Puente Viesgo se extiende por las dos márgenes del río Pas en la comarca de los Valles Pasiegos a poco más de treinta kilómetros de Santander.
Su población no alcanza las tres mil personas; aunque en verano, como en todos los pueblos cántabros, aumenta considerablemente su población.
Este municipio es muy conocido por su balneario. Ya en el siglo XVIII existían casas de baños termales cuyas cualidades terapéuticas eran valoradas por mucha gente.
Actualmente, el complejo hotelero ha sido reformado y ampliado con grandes jardines y magníficas instalaciones.
En el centro del pueblo dos edificios históricos llaman la atención del visitante.
La Iglesia de San Miguel tiene su origen en el siglo XVII construida sobre los restos de otro templo anterior. A mediados del siglo XX fue reconstruida tal y como la vemos hoy en día.
A pocos metros, se encuentra el Ayuntamiento, ubicado en el Palacio de Fuentes Pila rodeado de una gran variedad de árboles y flores.
Frente a la Casa Consistorial nos encontramos la vía verde con una longitud de 34 kilómetros, antiguo trazado del ferrocarril que funcionó hasta el año 1973 y cuya antigua estación alberga un centro de interpretación.
En el exterior, la locomotora Reyerta, nos recuerda un pasado reciente en el que el tren era utilizado para desplazarse por la comarca.
Quien llega hasta Puente Viesgo no deja de admirar su rio Pas, con sus aguas frías pero muy limpias, donde además de pasear por su ribera o darte un chapuzón puedes observar truchas o renacuajos.
En el monte Castillo existen cuatro cavidades, dos de ellas visitables: la cueva del Castillo y la cueva de las Monedas. Muchos turistas llegan hasta aquí con el deseo de comprobar cómo era la vida hace 150 000 años.
Desde el aparcamiento, la vista del pueblo es inmejorable.
Como siempre, Andoni y yo os recomendamos una excursión al pueblo, sus cuevas y la comarca en general.
FOTOS: ANDONI RENTERIA